Este sistema complementa nuestras TBRs (Terapia Basada en Respuesta) y se fundamenta en los principios de la teoría evolutiva que sustenta la supervivencia del más apto, y el cáncer no es ajeno a estos principios, pues es una enfermedad que cambia constantemente en el organismo afectado, adquiere características nuevas permanentemente para poder sobrevivir y desarrollarse. Un sistema de Terapia Dinámica Adaptativa (TerDAd) tiene muy en cuenta esta característica evolutiva del cáncer y por lo tanto, también nuestros tratamientos evolucionan y se adaptan continuamente para lograr un máximo de efectividad. Tratamiento a tratamiento, las dosis, frecuencias y fármacos, constantemente están sufriendo modificaciones para poder tener éxito. Un protocolo convencional tiene un número y dosis fijas de fármacos y sus frecuencias de administración son rígidas, no toman en cuenta la capacidad de un cáncer de adaptarse y evolucionar constantemente, lo que hace que estos tratamientos fracasen en un número importante de casos, pues la enfermedad nunca es la misma día a día o tratamiento a tratamiento. Nuestros sistemas TerDAd, garantizan una máxima personalización y eficacia en cada uno de nuestros tratamientos.
Sobre la capacidad evolutiva de un Cáncer
Existen diversas maneras en las que un cáncer evoluciona a través de varios mecanismos genéticos, siendo estos, muchas veces característicos de un tipo de tumor en específico; así, la manera en la que evoluciona un cáncer de mama es diferente a como evoluciona un cáncer renal, un cáncer de colon, un melanoma maligno u otro tipo de neoplasia maligna. La capacidad de adaptación de un cáncer, es inherente a su propia naturaleza y es precisamente por esta característica que es una enfermedad extraordinariamente difícil de erradicar, evolucionar para sobrevivir, adaptarse eficazmente y escientemente, superando mecanismos muy potentes, regulados y finos que tiene el organismo para hacer frente a diversas noxas, es lo que hace a esta enfermedad tan temida.
Sobre la Terapia Dinámica Adaptativa (TerDAd)
Si tomamos muy en cuenta esta plasticidad, la enorme capacidad de un cáncer de adaptarse y evolucionar, podemos entender en primer lugar el por qué de los tratamientos dirigidos a combatirlo fracasan frecuentemente o sus efectos benéficos son temporales y de corta duración muchas veces; más aún, los tratamientos en sí, no en pocos casos, son los responsables de que un cáncer adquiera ventajas evolutivas altamente eficaces y letales, que pueden convertir un cáncer de un índice de proliferación bajo y capacidad metastásica muy limitada, en una verdadera maquinaria de crecimiento y diseminación explosiva.
Los tratamientos farmacológicos contra diversos tipos de neoplasias malignas, son muy variados, y por lo general, estos se eligen para administrarse a un paciente determinado tomando en cuenta toda la información a la que se puede acceder sobre le enfermedad (biopsias, marcadores séricos, estudios de extensión de enfermedad, estudios genómicos, etc.), y son guiados básicamente por evidencia clínica muy robusta sobre su eficacia la cual continuamente se va actualizando. Estos tratamientos están muy bien descritos y establecidos en guías de tratamiento llamados PROTOCOLOS, son los Sistemas Protocolizados.
El Talón de Aquiles de los Sistemas Protocolizados
Un tumor maligno, un cáncer, es un sistema biológico muy complejo, pues en él interactúan células neoplásicas con un entorno poblado de un número muy grande y diverso de células no neoplásicas, como por ejemplo células del sistema inmunológico, fibroblastos, plaquetas, vasos sanguíneos, macromoléculas del espacio extracelular, un número aún no determinado pero inmenso de mediadores químicos y moleculares (citoquinas, micro ARNs, microvesículas, exosomas, etc.), a esta vastedad de interacciones celulares y moleculares, hay que sumarle otras variables como el metabolismo tumoral, los santuarios metastásicos, la multiclonalidad neoplásica, nichos micrometastásicos, fenómenos inflamatorios, células madre tumorales, y mucho más; en resumen: El Cáncer es una enfermedad de extrema complejidad, con una dinámica inherente en sí misma.
Ahora bien, atacar esta complejidad, intentar superarla, requiere también entender que la enfermedad requiere tratamientos complejos, sofisticados y dinámicos, y esto es precisamente de lo que adolecen las terapias protocolizadas, que si bien es cierto son capaces de inducir respuestas positivas e incluso incrementar las probabilidades de control y hasta curación de la enfermedad, lo cierto es que frente a la enfermedad avanzada y/o metastásica, la eficacia de estos tratamientos es muy limitada por más vanguardista que sea el tratamiento o el fármaco.
La problemática de este efecto limitado radica en básicamente 2 componentes :
Enfermedad y su naturaleza en sí misma y en la Filosofía detrás de las terapias farmacológicas, siendo que, sobre el primer caso no tenemos manera aún de modificarla y sobre lo segundo, es que aún no tenemos las balas mágicas específicas o es que nos falta mucho por investigar y aprender a sinergizar mejor todo el arsenal que poseemos y explorar más allá aún de este repertorio farmacológico, la filosofía del sistema protocolizado es Lineal y Secuencial, no apunta a la complejidad, apunta al reduccionismo terapeútico y equivocadamente asume que la enfermedad es sólo un fenómeno acumulativo de células y que estas deben de ser el blanco preferido por excelencia; siendo realmente que, un cáncer es un organismo en sí mismo y su dinámica implica también evolución y adaptación, es por esto que si es que no se toma en cuenta este punto, la enfermedad por lo general supera al tratamiento lineal-secuencial luego de un corto período de tiempo y termina por imponerse.
TDA (Terapia Adaptativa): Una Terapia Dinámica
La filosofía detrás de un sistema adaptativo es simple : La terapia debe de ser dinámica y evolucionar de acuerdo a cómo responde el cáncer frente al tratamiento, una terapia adaptativa no es rígida, está concebida para poder encarar la imprevisibilidad del cáncer, una característica usual de la enfermedad. Una Terapia Adaptativa cambia, se modifica constantemente, los fármacos, las dosis, las vías de administración, las frecuencias de las infusiones, todo, absolutamente todo, se va modificando de acuerdo a cómo responde y evoluciona la enfermedad.
Una Terapia Adaptativa se enraíza en la mejor evidencia posible, pero también construye su propia evidencia paciente a paciente, en el caso más perfecto, hablaríamos de una terapia adaptable casi en tiempo real, lo que exige eso sí, evaluaciones frecuentes del paciente, evaluaciones serológicas, hematológicas, dosaje de marcadores tumorales, marcadores inflamatorios, controles radiológicos , etc.