El manejo y control del dolor provocado por el cáncer se constituye en un arte en sí mismo, el tratamiento adecuado de una de las manifestaciones que más inciden en degradar la calidad de vida de un paciente oncológico es crucial para aliviar o anular una sintomatología que de no ser bloqueada eficazmente, degrada sustancialmente el estado general y la calidad de vida del afectado.
El manejo de diversos fármacos, con mecanismos de acción diferentes, entre los que destacan los AINEs, Opiáceos, Anticonvulsivantes, Corticoides, Cannabinoides, etc., es práctica corriente en ONKOS, pero en donde incidimos más en el manejo del dolor es en atacar a la causa fundamental de este: La enfermedad en sí, esto quiere decir, que para tratar eficazmente el dolor oncológico, el primer objetivo es atacar y tratar el tumor maligno causante de este.