Uno de los avances más notables logrados en nuestra institución, gracias a investigaciones pioneras iniciadas a principios de la década pasada, es el descubrimiento y aplicación clinica de la Terapia Molecular Antálgica (TMA).
La TMA consiste en infiltrar en zonas gatillo (tumores) que disparan el dolor oncológico, un fármaco, un producto biológico (anticuerpo monoclonal), el cual ejerce potentes efectos analgésicos, y lo más importante de este sistema de tratamiento del dolor es su alta efectividad en el control de dolor severo, muchas veces con pobre respuesta a opiáceos potentes como la morfina o sus derivados.
Las tasas de control del dolor en casos refractarios o de muy difícil control, alcanzan el 80% en nuestra casuística, y lo que es más notable aún, es que en aquellos casos en donde la calidad de vida se ve deteriorada por dolor intratable o los efectos adversos de medicamentos administrados en dosis elevadas para poder controlarlo (opiáceos por ejemplo), la TMA viene a ser un bálsamo de alivio duradero y en algunos casos permanente, cuando es posible aplicarla.
La TMA, junto a otros sistemas de tratamiento, nos ha permitido en muchos casos prescindir o usar dosis muy pequeñas de medicamentos para tratar el dolor, los cuales muchas veces por sus efectos adversos o su capacidad de causar dependencia física, no son recomendables.
La Terapia Molecular Antálgica, es un desarrollo neto de ONKOS, un tratamiento de avanzada que sólo es aplicada en nuestra institución.
La inmunoterapia intratumoral permite utilizar en casos específicos menos dosis de fármacos siendo en muchos casos más eficaz, menos tóxica y mucho más coste/efectivo.
El origen del dolor oncológico implica la producción de citoquinas, mediadores moleculares, neuropéptidos; producidos tanto por las células neoplásicas como las células del estroma tumoral.
Nuestras investigaciones pioneras nos han llevado a una comprensión más avanzada del dolor oncológico, habiendo desarrollado nuevas terapias para el manejo y control de este, principalmente utilizando terapias moleculares avanzadas que permiten un control extraordinario del dolor inducido por tumores.
Esto es lo que nosotros llamamos TMA (Terapia Molecular Antálgica).